Concierto de Birdy en Razzmatazz

Justo a tiempo, un lunes casi a las 8 de la noche, una servidora llegaba a la sala Razzmatazz de Barcelona. Después de hablar con uno de los agentes de seguridad, un tipo serio, de estos que cada vez que abren la boca cortan el aire y no muestran ni un ápice de simpatía, pedí mi entrada y  pude entrar en la sala que justo preparaba sus luces para dar paso al telonero.

El joven Dan Owen llenó él solito el escenario con tan solo una guitarra y sus canciones.  Amable con el público y pronunciando un par de palabras en español acabó impresionándonos a todos con un ritmo trepidante entre su guitarra, una harmónica y un instrumento de percusión, que no alcancé a ver desde mi perspectiva. Un número final espectacular con gran energía que puso punto y final a sus treinta minutos de gloria en el escenario. Un artista que deja entrever que la importancia que se le da a la música en otros países es más que envidiable.

Birdy y los músicos crearon un espectáculo lleno de calidad instrumental y sobre todo mucha alma

A las 9 llegó Birdy con un vestido precioso semitransparente y lleno de brillos acompañada de los músicos: el violinista, el batería, las coristas que también tocaban el teclado e incluso la guitarra, y el flautista, teclista y guitarra. Con un tímido saludo empezó dando paso a las canciones de su último disco, Beautiful Lies, como Shadow, Silhouette, Lifted, etc. y canciones de sus anteriores álbumes como Wings, sin olvidarse de Skinny Love, la versión de Bon Iver que la catapultó a la fama, People Help the People de Cherry Ghost y una versión de Running Up That Hill de de Kate Bush.

Aunque la mayor parte del concierto se lo pasó sentada frente al teclado también se levantó para tocar la guitarra al ritmo de canciones como Words as Weapons. Después de aproximadamente hora y cuarto se despedía de su público para volver a reaparecer y agradecer al público su asistencia. Todo el equipo estaba muy emocionado por el cierre de la gira que justo acababa en Barcelona, era el último día y nos deleitaron con toda su pasión y un bis de tres canciones muy emotivas -una de ellas en colaboración con Dan- que ahora sí, pusieron fin a un concierto sublime.

El talento de la joven Birdy, que publicó un CD de versiones con tan solo 17 años, es innegable, su calidad vocal, su concentración, su dominio ante el piano y su aparente timidez que desaparece completamente al interpretar sus canciones no dejó a nadie indiferente. Como diríamos coloquialmente suena igual que el cd o incluso mejor, ni un solo error, nada desafinado. Un conocido cercano me dijo una vez que había grupos que eran “de estudio” pero en mi opinión significa que sin los arreglos del técnico no son capaces de cantar con calidad. Sin embargo Birdy y los músicos crearon un espectáculo lleno de calidad instrumental y sobre todo mucha alma.

Fue curioso, como dato anecdótico, ver a Dan al salir provocando colapso en la salida por hacerse fotografías rodeado de chicas que pedían la instantánea con el joven artista que se mostraba feliz y contento con tanto éxito. Aquella noche hablé con una mujer, una de estas personas con las que cruzas unas palabras de forma inesperada, esas pequeñas conversaciones sencillas que hacen feliz por su naturalidad y amabilidad. No sé si me leerá, quién sabe, pero me gustaría dejar escrito que debo darle las gracias por su consejo y por sus amables palabras.

El talento acompañado de la humildad es de agradecer y fue algo que vimos todos aquella noche, mágica que puso punto y final a la gira de la joven cantante. 

Alba Tabuenca

Licenciada en Humanidades, Alba Tabuenca es una amante de la música y del teatro. Nacida en Barcelona, se ha especializado en la música indie, el teatro alternativo y las exposiciones culturales que se realizan en los principales museos de la ciudad condal.

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