Crítica de Melisa Coloiera
Nota: 10 sobre 10
Asistimos a ver el espectáculo del Ballet Nacional de España y la Orquesta Sinfónica del G.T. del Liceu: Sorolla. Un show que, como su nombre indica es un homenaje al artista. Ha sido un espectáculo impecable, de una belleza visual sobrecogedora, realmente nos ha sorprendido.
En este espectáculo de Barcelona los cuadros del famoso pintor Sorolla se proyectan con movimiento en las enormes telas sutiles que encuadran el escenario y de ellos parecen surgir los bailarines como parte de la pintura. Cada detalle está muy cuidado y todo el conjunto es de un gran impacto visual. La puesta en escena magnífica. La iluminación también juega un papel crucial y fue gestionada con perfección sobre los personajes, creando variaciones de color bellísimas. Una obra de arte viva. Cada coreografía cuidadosamente representada, hace un recorrido sobre una región particular de España de la que el pintor sacase inspiración para su tema artístico. En un juego entretenido el público puede adivinar de qué región se trata facilmente.
Los solistas del espectáculo Sorolla están geniales también, se nota el gran nivel de algunos bailarines y bailarinas y sobre todo nos ha encantado un número en el que se proyecta el océano detrás y dos parejas de baile danzan al son de dos poderosas cantantes, la perfección de éste número, el cuidado en los detalles… Esos vestidos de volantes ondeando acompasados con las olas proyectadas del basto océano, ese conjunto de belleza visual acompañado de las potentes y desgarradoras voces de las dos cantantes, se llevaron el aplauso más efusivo de la sala y de la noche. El público aplaudió todos y cada uno de los números pero éste fue sublime, perfecto, erizó la piel. Ese arte y expresión que te transmite mucho más de lo que esperabas, a veces solo se trata de nutrirnos de Belleza.
El vestuario del Ballet Nacional tiene una gran riqueza de detalles y colorido. Detrás se va abriendo una puerta como enmarcada en un marco de oro como si fuera un espejo inmenso de éstos antiguos que salen en los cuentos de hadas y detrás también hacen representaciones , resurge así un aliciente más hacia el show que se está perpetuando sobre escenario, complementando con números musicales que se producen en esa puerta que como una ventana nos deja espiar otra dimensión más dentro del mismo show. Las preciosas pinturas proyectadas en las telas moviéndose, los bailarines perfectos y ataviados en sus trajes y esa misteriosa puerta de marco dorado con un «más allá» sublimes.
Sorolla es un espectáculo de ballet bellísimo y extraordinario que acabó con largos aplausos.