Nota: 9 (sobre 10)
Héctor Alterio y Lola Herrera se comen el escenario del Teatre Romea con En el estanque dorado. Ver a dos monstruos de la interpretación juntos y en directo es una oportunidad única y memorable.
En el estanque dorado nos adentra en una historia humana que fácilmente podría suceder en la realidad. Con una puesta en escena muy sencilla y una elección de tonalidades muy acertada, se nos recrea una historia en la que el pasado sigue influenciando en el presente hasta el punto de no dejar avanzar las relaciones de una misma familia.
Héctor Alterio encarna a un hombre mayor, cansado de vivir, con miedo a la muerte pero que no pierde el sentido del humor, un humor negro e irónico que ameniza la historia principal. Por el lado contrario está el personaje interpretado por Lola Herrera, una mujer enamorada de su marido, llena de vitalidad y con ganas de aprovechar su vida al máximo.
La pareja se va a pasar el verano al estanque dorado, un lugar idílico donde los patos, los atardeceres y la naturaleza se convierten, también en los protagonistas de la obra de teatro. Esta situación aparentemente idílica se ve truncada con la aparición de la hija de la pareja que es el nudo y el desenlace de esta historia en la que se mezcla emoción, tristeza y humor por partes iguales.
La adaptación al teatro de En el estanque dorado está muy bien lograda pues el dramatismo original de la obra es rebajado para crear una trama emotiva sin llegar al melodrama. La interpretación de Héctor Alterio y Lola Herrera eclipsa a los demás actores que, aunque no lo hacen mal, quedan en un segundo plano.
La tensión dramática, el hilo argumental y el cambio de escena se desarrolla de un modo ágil que consigue que no te des ni cuenta de que han transcurrido casi 2 horas desde que has entrado al teatro. En el estanque dorado es una de esas obras de teatro que no puedes perderte en Barcelona porque lo tiene todo: emoción, amor, amistad, tristeza y perdón.