Crítica de Enrique Guarrotxena
Nota: 6 sobre 10
Estuvimos ayer en el Mercat de les Flors viendo Neural Narratives 2: Polytopya un espectáculo de danza que la combina con efectos musicales y de vídeo. Extensiones corporales audiovisuales interactivas que se acoplan al cuerpo de los bailarines produciendo un mundo compartido de condiciones creativas.
Fue un comienzo impactante, las dos bailarinas y el bailarín del espectáculo pasaban por detrás de una especie de telón transparente, donde se proyectaban imágenes, especie de energías de luz con vida propia que se relacionaban con la forma de moverse de los bailarines. Tenía su gracia y su interés, nos recordaba a aquellas cuñas publicitarias de “Blade Runner”. ¿Ese es el futuro que nos espera? Un mundo visto a través de un cristal o una tela transparente, donde no hay lugar para el contacto humano. Solo energías de luz. Solo nos faltó ver pasar a Harrison Ford buscando a algún replicante por delante del escenario.
Un mundo distante, donde la energía en forma de luz y la banda sonora parecían llevarnos hacia el futuro. Un futuro no muy esperanzador, ciertamente. El espectáculo parecía evocar una nueva era en la revolución de las tecnologías, ya no revolución industrial, claro. Un nuevo paradigma deshumanizado.
En resumen, un planteamiento interesante, aunque, para nuestro gusto, también era repetitivo. Más de lo mismo. Por eso llegó un momento en que, admitiendo lo interesante de la experimentación y de los ejercicios de los bailarines, ya nos aportaba poco. Aunque puede ser una herramienta muy interesante, ahora mismo nos dejó, pasados los minutos, un poco fríos. Sin embargo creo que promete. Habrá que verlo.