Crítica: Taxi

Nuestra opinión

Crítica de Melisa Coloiera

Nota: 7.5 sobre 10

Josema Yuste debuta como director, obsequiándonos con su adaptación a nuestro país y tiempos modernos de la exitosa obra de teatro Taxi. Después de haber permanecido 11 años en la cartelera londinense, la comedia de Ray Cooney es adaptada para disfrutarse en gira por España y puede verse actualmente en el Teatre Condal de Barcelona.

Si algo ha relucido en ésta obra es su sucesión de enredos que hacen en conjunto un ritmo de vértigo y te mantienen atento todo el tiempo. Su velocidad es suprema. Rápidos, audaces y de un fuerte carisma particular cada actor cumple un papel que se vuelve entrañable. Las actuaciones son un poco caricaturescas pero de fuerte personalidad.

Una obra de teatro de Barcelona en la que Josema Yuste debuta como director: Taxi

La trama de la obra «Taxi» va de un bígamo, un hombre con dos esposas, que aprovechando su profesión de taxista se inventa unos horarios y toda una rutina de mentira perfectamente controlada para poder su vida cotidiana y así disfrutar en pareja sin problemas de sus dos esposas. Ellas, no se imaginan siquiera de la existencia de la otra. Rafa,el protagonista tiene todo tan bien montado que el día a día conyugal no le representa ningún problema. Una de sus mujeres cree que el trabaja de noche y la otra que trabaja de día.

Ahora bien no le busquemos lógica al argumento porque si todo es mentira y no trabaja, no nos explicamos como hace Rafa para mantener dos lujosos pisos que tiene de residencia con cada una de ellas. La cuestión que detona los enredos que van haciendo al humor de ésta obra es que Rafa; tiene un accidente y se ve obligado a pasar la noche en le hospital. Sus dos esposas ( interpretadas por las actrices: Esther del Prado y Amparo Bravo) preocupadas por su desaparición, llaman a la comisaría y ponen denuncia.

Aquí comenzará una vorágine de enredos en que ambas vidas paralelas del personaje se comenzarán a mezclar y su mentira será develada por la intervención de dos personajes correspondientes a los detectives policiales de cada una de las ciudades dónde se puso denuncia de su desaparición (interpretados muy bien por Javier Losán y Felisuco). Al verse Rafa en aprietos su fiel amigo y vecino le intentará ayudar a mantener inalterable su mentira hasta donde pueda, embarcándose cada vez más y más en una red de invenciones y más mentiras que deberán crean para poder ir alejando a las esposas y a los detectives de la verdad. El vecino y amigo nos pareció el personaje más entrañable de la obra y está interpretado por Afredo Cernuda.

La trama de esta obra de teatro es buena, tiene todo para crear y entretejer una buena obra de humor pero el humor es algo «ligero», se queda en ese carácter caricaturesco y absurdo con algunas bromas algo absurdas y de poco nivel como balbuceos, juegos de palabras, gags, imitaciones, crisis de nervios en las que se inventan los personajes historias demasiado «agarradas con pinzas» o por los pelos… algo forzado todo. No acaba de arrancar del público carcajadas y si bien el humor de sonrisa o media sonrisa y alguna risa del público no decae, no hubo un éxtasis de risas por lo que como comedia se queda en «aprobado» sin mucha más pretensión.

Hay muchos guiños al Franquismo y la dictadura española pero un dicho dice que la misma broma tres veces cansa, y verdad lleva. Si bien nos ha gustado y entrenenido bastante, esperábamos por lejos, muchísimas más risas por parte del público.

El papel más cómico de la comedia no es el de Josema Yuste sino el de su vecino que acumuló el principal rating de risas entre los espectadores y se notaba. El público se habría reído muchísimo más si la historia cobrase credibilidad y las actuaciones fueran como de personas que podrían existir y caminar entre nosotros y no de caricaturizados estereotipos algo infantiles. Los apuros y mentiras en los que se ve forzado el protagonista harían más gracia si él mismo se los tomase en serio pero la obra no goza de esa credibilidad, nos recordó más a algún tipo de teatro clown o circense.

Yuste lleva el guión a su practicidad y a la continuidad de su saber hacer actoral televisivo, permitiéndole al caricaturizar al personaje, hacer las mismas bromas en las que sabe que es exitoso y tiene facilidad de acción. Pero haciendo ésto ha robado a Taxi su credibilidad y el regocijo del público de victimizar a ese personaje en apuros tan real como uno. Lo ha transformado en una caricatura que canturrea, hace balbuceos y pantomimas y se toma todo a la broma y a la ligera. Abusando del humor facilón que usa en sus programas televisivos, recrea un personaje que en conjunto no está a la altura del taxista que por once años deleitó al público de todo el mundo en el guión original de Ray Cooney.

Nos conformamos con lo que hay, aplaudiendo porque lo pasamos bien, la dirección es buena, la iluminación buena, la puesta en escena también. Pero la obra no conecta con el público, el final está desaprovechado, sin emoción, se resuelve rápidamente y sin transmitir más que una absurda y decidida conformidad de las esposas ante la situación, pudiendo en ésta parte haber aprovechado de mucho más dramatismo.

Esta obra de teatro en Barcelona nos entretuvo pero nos deja con una moraleja y es que si vas a adaptar algo que es bueno, si vas a utilizar algo exitoso… ¡que sea para mejorarlo!

Elia Tabuenca

Elia Tabuenca, filóloga hispánica y periodista digital especializada en cultura y viajes. Lleva más de 8 años dedicada al sector y es una apasionada del teatro, de la literatura, de la música y de los viajes por todo el mundo. Ver mi Linkedin

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