Entrevista a Ron Lalá

Nuestra opinión

El 4 de septiembre llega a Barcelona el Siglo de Oro en todo su esplendor. Los famosos entremeses, esas piezas satíricas de un sólo acto que se realizaban durante los entreactos, son recuperados por la compañía Ron Lalá en su obra «Siglo de oro, siglo de ahora«.

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1. En «Siglo de oro, siglo de ahora» recuperáis los entremeses tradicionales del Siglo de Oro. ¿Qué autores son los que subís al escenario?

Álvaro Tato: En el espectáculo dialogamos con la tradición del teatro cómico breve del Siglo de Oro, escribiendo piezas originales a la manera de Lope, Calderón, Cervantes… Se trata de unos “nuevos entremeses” para comparar la crisis de tiempos de Felipe IV con la crisis actual y hablar aquí y ahora del abismo social y económico al que nos han arrojado (una vez más y con siniestro parecido a la crisis de hace cuatro siglos) los gobernantes, políticos y banqueros. Todo a través del humor, de la música en directo, del verso barroco y, por supuesto, del público, retomando el espíritu de los corrales de comedias del XVII para hablar de los problemas de la sociedad del XXI a golpe de carcajadas.

2. Vuestro espectáculo permite un viaje del siglo XVIII hasta la actualidad, ¿creéis que han cambiado mucho las cosas de las que reírse?

Daniel Rovalher: Prácticamente muy poco, son diferentes épocas, sí, pero el hombre siempre se mueve en un ciclo de iguales conflictos, por tanto, lo importante es siempre tener presente que, pase lo pase, podemos sacarle una sonrisa o una carcajada a un mal momento o a una mala racha. Ya que no podemos cambiar eso; proponemos que nos riamos de todo, y lo primero; de nosotros mismos.

3. Los entremeses son, también, piezas breves de un solo acto, ¿cómo habéis hecho para enlazar unos con otros y crear una obra completa?

Yayo Cáceres: En la obra efectivamente son todas piezas breves que están entrelazadas por una súper-estructura y el tema de fondo que es la «crisis» y todo lo que ha conllevado y conlleva. De todos modos, quizás sea una virtud de Ron Lalá elaborar muy bien los pasos de escena a escena de manera que todos los cambios en el espacio fluyen con naturalidad, tienen una dramaturgia propia y hace que el espectador no sienta, en general, los cambios de escena como algo forzado. Luego hay permanentes enlaces y citas entre los números que hacen que todo sea una sola cosa y sea una obra completa. La música juega un papel preponderante y junto con el texto y la puesta, hacen el acabado justo.

4. ¿Habéis adaptado los entremeses a la actualidad o, por el contrario, mantienen su lenguaje y su estructura original?

Álvaro Tato: Hemos jugado a responder esta pregunta: ¿qué habrían escrito Lope, Calderón, Tirso o Cervantes si vivieran en nuestro siglo XXI? Por eso seguimos la preceptiva establecida por Lope en su Arte Nuevo de hacer comedias, que fija las bases estilísticas del teatro barroco (métrica, acción, personajes, etc.) y empleamos esas reglas para escribir nuevos entremeses y así dialogar entre su época y la nuestra. Por eso, el público actual entiende perfectamente lo que decimos, pero a la vez el verso produce esa emocionante “nostalgia del idioma” de la que habla Juan Mayorga… Y hemos comprobado que, hoy en día, el verso sigue funcionando como un ariete de acción, risas, emociones y energía, igual que en sus orígenes, porque el verso da música al idioma. Y todo cobra un nuevo significado.

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5. ¿Por qué los entremeses?

Juan Cañas: Porque son los antepasados de lo que a día de hoy conocemos como sketches, formato breve que ha sido la columna vertebral de todos nuestros espectáculos hasta ahora. Siempre nos ha atraído esta fórmula porque nos permite abordar un mismo tema desde diferentes ángulos, inventando múltiples historias en torno al mismo, llevando a escena multitud de personajes y utilizando diversos estilos literarios y musicales para cada momento. Los entremeses suponían por tanto un interesante reto, puesto que nos permitían abordar el desafío de escribir textos nuevos con las técnicas que se empleaban en el Siglo de Oro y acompañarlos de todos los ingredientes que tradicionalmente han caracterizado el lenguaje de Ron Lalá.

6. Durante el espectáculo hay música en directo, ¿son piezas conocidas o de producción propia?

Miguel Magdalena: En Ron Lalá existe un principio irrenunciable y que creemos es una de las señas de identidad de la compañía: toda la música es original y se ejecuta en riguroso directo. Tanto en éste como en nuestros anteriores espectáculos, la música se pone al servicio de lo que se quiere contar. A veces, la música en Ron Lalá es un vehículo a través del cual comunicamos la escena, otras veces la remata y, algunas otras, es el propio eje del número. Forma uno de los tres pilares de lo que conforma Ron Lalá: teatro, música y humor.

7. ¿Cómo describirías, en una frase, «Siglo de oro, siglo de ahora«?

Daniel Rovaher: Un divertido viaje desde el pasado, montados en un carro de comedias, donde el humor, el teatro, el verso y la música en directo trazan diferentes situaciones hasta nuestro presente.

8. Ron Lalá ha sido ganadora del Premio Max 2013 como mejor empresa privada de artes escénicas. ¿Qué ha significado para vosotros ganar este premio?

Íñigo Echevarría: Recibir un premio siempre es un honor y una alegría. En este caso el Premio Max a la mejor empresa o producción privada ha supuesto un reconocimiento muy importante de gran parte de la profesión a una filosofía de trabajo construida a lo largo de muchos años. Supone también un posicionamiento muy interesante en el sector y una noticia muy emocionante tanto para nosotros como para el público que año tras año nos acompaña y nos descubre.

Por otro lado, el Premio del Público del reciente VII Festival Olmedo Clásico supone el respaldo y el refuerzo de la línea y discurso artísticos de la compañía y este premio, unido a la respuesta diaria que nos devuelve el público durante las funciones, es lo más grande que puede recibir un creador puesto que son ell@s para quienes en definitiva trabajamos.

9. ¿Por qué creéis que la gente debe de ir a veros al Teatre Poliorama?

Daniel Rovalher: Porque si no lo hace se arrepentirá. Porque es la primera vez que estamos en Barcelona y es una preciosa ocasión de disfrutar de un espectáculo tan divertido en estos tiempos tan convulsos, y porque ahora más que nunca, el teatro es un lugar donde ver y escuchar verdades.

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Elia Tabuenca

Elia Tabuenca, filóloga hispánica y periodista digital especializada en cultura y viajes. Lleva más de 8 años dedicada al sector y es una apasionada del teatro, de la literatura, de la música y de los viajes por todo el mundo. Ver mi Linkedin

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