Crítica: Guintche de Marlene Monteiro Freitas

Crítica: Guintche de Marlene Monteiro Freitas

Nota 9 sobre 10

Puro shock para los sentidos, es lo que ocurre en la sala Hiroshima de Barcelona, cuando irrumpe Marlene Monteiro Freitas, presentándonos su propuesta Guintche. La misma, ya nos había sorprendido, con la arriesgada (M)imosa, que se pudo ver en el Mercat de les Flors, durante el mes de marzo pasado.

Sobre el escenario minimalista, solo la bestia bailante, y un saco de boxeo colgando de una cadena, como única escenografía. Entonces, comienza una especie de danza tribal, acompañada de una percusión repetitiva, a un volumen bastante alto. Los efectos de luces, serán acompañados, de un humo que se irá desprendiendo del escenario y que invadirá la sala por momentos.

Guintche, en la lengua criolla de Cabo Verde, significa el nombre de un pájaro, el nombre de una prostituta, pero también puede ser simbolizar alguien que salta de un acontecimiento a otro, que cambia, (de trabajo, de vida, de actitud), sin transformarse internamente.

La bailarina, de origen caboverdiano, nos va a transportar a su enigmático origen, mediante sus gestos y sus movimientos. En apariencia, los gestos faciales, no son percibidos como una forma de baile, sin embargo, en esta propuesta, se pone en evidencia, que sí son útiles, para transmitirnos la esencia de lo que se nos quiere explicar. Gestos retorcidos, gestos de dolor, muecas divertidas y otras que rozan el terror, acompañadas de un movimiento continuo e inmutable de caderas y piernas, que no se mueven de un mismo punto, durante la primera parte.

Ya en la segunda parte, los movimientos, son casi los propios de una gimnasta, para luego caer en una especie de trance, en el que incluso llega a vomitar un líquido, estirada sobre el escenario y en posición fetal. En la parte final, escudriña al público, cual ave rapaz, con unos inquietantes ojos pintados en las palmas de las manos, casi retándolo.

Todo un espectáculo de gestos y movimientos a los que asistimos, maravillados por esta propuesta, que tiene muchos puntos en común con una perfomance, y que no deja a nadie indiferente, en absoluto.


Crítica: Guintche de Marlene Monteiro Freitas

Elia Tabuenca Elia Tabuenca, licenciada en Filología Hispánica por la UNED, con un máster en Periodismo Digital en ESNECA. Vivo en Barcelona y trabajo como periodista cultural. Soy dramaturga y directora de la compañía LetrasConVoz y Laberinto Producciones, me encanta el teatro, la literatura y la música. Llevo más de 10 años trabajando en el sector digital, compartiendo los lugares que más me gustan de Barcelona, así como ofreciendo críticas teatrales, crónicas de conciertos, opiniones de libros y cubriendo las noticias culturales de la ciudad. Tengo un podcast cultural en Spotify titulado "Rumbo a la Cultura" donde ofrezco información quincenal sobre los eventos culturales más destacados de la ciudad. Ver mi Linkedin

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