Nota: 9 sobre 10
Silvia Munt dirige «La resposta» en el Teatre Goya, otra de las apuestas grandes de esta edición del Grec Barcelona. Se trata de una obra basada en la A Give me your answer de Brian Friel y que está protagonizada por nombres tan conocidos como Emma Vilarasau, David Selvas, Àngels Gonyalons, Àlex Casanovas, Carme Fortuny, Ferran Rañé y Eduard Buch.
Esta obra nos presenta a una pareja que vive aislada en una casa en medio de la nada. Viven aquí porque no tienen apenas dinero para pagar las facturas ni para tener una vida medianamente «normal». Él, un escritor que lleva tiempo sin poder escribir. Ella, una mujer golpeada por la vida que prefiere vivir en su mundo de música, bebida y evasión total de sus sentimientos.
Pero esta mañana recibirán la visita de los padres de ella y de unos amigos. Juntos, disfrutarán de una comida durante la cual surgirán los secretos, las envidias y las frustraciones de todos y cada uno de ellos.
«La resposta», una obra que disecciona el alma humana
Se trata de una obra que nos presenta a personajes muy diferentes entre síes pero, en el fondo, muy iguales. Tres parejas se reúnen en una casa de campo para intentar disfrutar de un día normal y corriente. Pero ¿acaso esta vida es normal y corriente?
Las máscaras que llevamos, las falsas apariencias y el «teatro» que creamos sobre nosotros mismos y nuestras vidas son algunos de los temas sobre los que se habla en «La resposta». Personas que han vivido momentos de todo: de éxito, de felicidad, de dolor, de tristeza… Personas que intentan sobrevivir en un mundo que no terminan de comprender y que siguen teniendo la esperanza de poder volver a ser «normal».
Pero ser normal no siempre es la mejor idea. Ser normal, a veces, implica tener que vender tu alma. Implica tener que rebajarte a la «masa». Implica dejar de ser tú para convertirte en la máscara. Y todo ¿para qué? Para pagar unas facturas y para poder llegar a final de mes.
¿Realmente merece la pena?
Buenas interpretaciones en «La resposta»
El elenco escogido para «La resposta» es, sin lugar a dudas, apoteósico. Cuenta con algunos de los nombres más destacados del panorama actual y con algunos actores y actrices que ya están consagrados. Esto hace que el trabajo interpretativo sea muy bueno.
Sin embargo, Emma Vilarasau, actriz que siempre nos sorprende con su actuación, en esta obra no brilla demasiado. Es posible que sea por el tipo de personaje que le ha tocado interpretar pero, lo cierto, es que su personaje no evoluciona en ningún momento de la obra. Comienza y acaba igual.
Los demás personajes sí que evolucionan y le aportan el toque de energía y diversión a la obra. Porque, para que esta obra no sea excesivamente dramática, es imprescindible añadir algunos de los toques de humor que, acertadamente, se incluyen. Y, también, marcar la contraposición con personajes más enérgicos y arrolladores.
Una obra con audiovisuales que le dan ternura a la trama
La pareja protagonista vive una situación muy delicada con su hija. Y la forma de presentar a este personaje (interpretado por Raquel Ferri y Rita Soteras Vidaurrázaga) es impecable. El audiovisual es el formato escogido para mostrarnos el drama de esta niña que, desde hace ya muchos años, vive encerrada en un centro médico.
Un montaje de vídeo que juega con las presencias y ausencias de los protagonistas para demostrarnos que, en la vida, no siempre se puede estar presente en carne y hueso. Hay veces que no tenemos fuerza para enfrentarnos a algunas realidades que, sin embargo, sí que están presentes en nuestra mente.
«La resposta» es una obra que habla de personas hacia personas. Una historia sencilla pero muy humanizada que nos habla sobre la pérdida, sobre la dignidad, sobre el miedo y sobre la valentía.
Hem vist “La resposta” aquesta tarda a la Llotja de Lleida i ens ha agradat MOLT(íssim). Simplement recomanable perque ni el resum ni la sinopsis de l’obra poden transmetre el sentiment de comunió de l’espectador amb els personatges i l’argument real de l’obra.
Sense voler comparar obres, m’ha colpit el text i guió de l’obra; per senzill i proper. Un argument simple aparentment, però que planteja dubtes i debilitats i preguntes quotidianes sobre el perque de les coses i les accions i els objectius de les persones.
L’escenografia sobria, però suficient quan el pes recau en els actors i el diàleg.
Personatges volgudament transparents, potser típics i tipificats com a resum, però humans i amb vida pròpia que fan eco dels propis dubtes i incerteses de l’espectador.
El diàleg entre els personatges: natural, espontani ? previsible?, però que permetia fer transparent l’ànima de cadascun d’ells i empatitzar o projectar-te en ell. Calculadament acurat en cada moment, en cada moviment, potser també en cada to.
La coreografia coral damunt l’escenari: suau, plàstica. Empastant de forma natural el protagonisme adequat a cadascú dins l’escena inclús en diàlegs creuats.
Els llargs aplaudiments, crec que lluny de ser un reconeixement a l’agraïment de portar la cultura també terra en dins, han estat de reconeixement a una obra ben feta i colpidora no pel secret ni la grandesa; sinó per l’eloqüència de la senzillesa i fragilitat de cada personatge podia acollir la fragilitat i incertesa de cada espectador.