Nota 8 sobre 10
Concebida a modo de poesía visual, pudimos ver Le Mouvement de l’air, enmarcada dentro del festival Grec de Barcelona y programada por el Mercat de les Flors. El año pasado, pudimos verles en Hakanaï y Cinématique, y este año en su nueva propuesta, vuelven con más fuerza si cabe, a hacer incursiones en el mundo del circo, con acrobacias etéreas que nos transportan a lugares oníricos.
La clave que este año nos proponen sus creadores, Adrien Mondot et Claire Bardainne, es una mezcla de danza con tecnología digital, en un espectáculo con tres bailarines, que interactúan con un fondo formado por un paisaje digital de líneas y objetos geométricos. La música va a interactuar con estas imágenes digitales proyectadas sobre la pantalla, siguiendo el ritmo que marcan los movimientos de los bailarines.
Un impresionante espectáculo en Barcelona que llega gracias al Grec
Los movimientos, son pausados, ligeros, dando la sensación de que los bailarines van perdiendo la fuerza gravitatoria, flotando por medio de elásticas cuerdas circenses. Hay un momento en que la imagen digital en tres dimensiones se funde con los movimientos de un bailarín, que gira como si fuera un derviche. En otro momento, otro bailarín se enfrenta a una malla digital que parece atacarle.
Otra imagen destacable es la del bailarín suspendido en el aire, con papeles (hechos con imágenes digitales) movidos por el viento, girando a su alrededor. Así la pieza, forma un conjunto de poesías visuales, con imágenes delicadas, ligeras y movidas por el viento.
En este espectáculo de Barcelona la música ocupa un papel muy importante, con la actuación en directo de Jérémy Chartier, que a su vez es el compositor de la misma. Nos gustó la original consecución de instrumentos, tan diversos como un xilófono, un bajo, una guitarra eléctrica, unas campanas, incluso unas copas de cristal, que hizo sonar este polifacético músico, que además deleitó al público con dos canciones interpretadas por él mismo. La atmósfera que generó con su música, estaba muy acorde con la consecución de los movimientos de danza y con las imágenes que se proyectaban en la pantalla, creando un mundo de fantasía hipnótica.
Esta propuesta del Festival Grec de Barcelona nos dejó un sabor de boca muy fresco, muy relajado, aunque a nuestro modo de ver, se hace un uso excesivo de las imágenes por ordenador, en detrimento de las actuaciones de los bailarines.
En su conjunto, las imágenes proyectadas, la música en directo y la danza, crean un espectáculo visual original, y hacen de Le Mouvement de l’air una creación muy interesante.