Valoración: 6.5 sobre 10
L’Excèntrica Produccions inaugura la nueva temporada de teatro de El Maldà con «Peter Pan«, una adaptación de este clásico que nos sitúa a principios del siglo XX. En esta adaptación nos encontraremos con algunos elementos diferenciadores con respecto a la versión de Disney: aquí será una familia de feriantes y comediantes quiénes nos explicarán las peripecias de Peter Pan, el niño que no quería crecer.
Peter Pan inaugura la temporada de El Maldà
En esta versión de Peter Pan, tres personajes nos narrarán la historia y, al mismo tiempo, la interpretarán. Este recurso permitirá que en cualquier momento de la obra se pueda romper la cuarta pared y se hagan anotaciones al público así como comentarios que le aportan un toque de originalidad y frescura a la propuesta.
La historia, como todos sabemos, comienza en una habitación de una casa familiar de Londres. Aquí, tres hermanos están a punto de dormir cuando, de repente, un niño aparece en su ventana. Es Peter Pan y Campanilla que están persiguiendo su sombra. A partir de este momento, comienza un viaje mágico que les llevará al País de Nunca Jamás donde deberán enfrentarse con el temible Capitán Garfio.
Una preciosa puesta en escena
Lo que más me gustó (me entusiasmó) de la propuesta fue la puesta en escena. No tanto el atrezzo en sí (que también) sino, sobre todo, los recursos teatrales que se usan a lo largo de la obra y que tienen el objetivo de recrear este ambiente mágico y fantástico tan propio del cuento.
El uso de las sombras, de linternas y de mobiliario antiguo le confieren una estética preciosa a esta obra. Con elementos sencillos consiguen crear un efecto MUY logrado, tanto, que la piel se eriza de la emoción y del contagio de la fantasía. Además, tanto la música, el vestuario como el atrezzo usado en escena consiguen darle un toque único a esta obra que, realmente, está muy bien vestida.
La selección musical también es muy acertada haciendo que la obra se llene de dinamismo y de alegría. Además, es un puntazo que toquen en directo tanto el piano como el saxofón. Todos estos elementos consiguen que el espectáculo tenga una estética muy llamativa y muy bien cuidada.
Un ritmo muy desigual con demasiadas pausas y silencios
Sin embargo, Peter Pan es una obra que tiene un ritmo muy desigual. De hecho, hay una gran cantidad de escenas «vacías» que quieren recrear la magia del cuento pero que se quedan cortas y aflojan el ritmo de la trama. El silencio se hace dueño del escenario en bastantes ocasiones y esto hace que la tensión generada se pierda y que decaiga el interés.
Hay algunas escenas que se muestran excesivamente rápidas (como la del capitán Garfio y el cocodrilo que pasa sin apenas darte cuenta) y otras que son excesivamente largas y que no aportan nada al devenir de la obra. Un claro ejemplo de esto es un momento en el que colocan figuritas de plástico en el suelo durante muchos minutos en los que no pasa absolutamente nada.
Interpretaciones irregulares
Aunque por lo general el elenco de Peter Pan defiende bien todos sus papeles, sí que es cierto que hay algunos personajes que están más trabajados que otros. No debemos olvidar que tres actores recrean toda la obra y, por eso, hay algunas interpretaciones que flojean. En algunas escenas escaseaba la energía en la actuación y esto hacía que la escena quedara un poco coja y sin fuerza.
No obstante, quiero resaltar a Clara Moraleda, una actriz que no conocía y que me encantó cómo defendió la gran mayoría de sus papeles: sobre todo cuando se puso bajo la piel del capitán Garfio. Chapó.
En resumen, la versión de Peter Pan de El Maldà cuenta con una presentación preciosa y unos recursos teatrales que te adentran en el mundo de la magia y de la fantasía. No obstante, tanto el ritmo como el trabajo actoral se tendría que mejorar y creo que, a medida que se representen más pases, la obra podrá coger más fuerza y vitalidad.