El Palau de la Música no ha hecho un regalo enorme. Como si los Reyes Magos, Papá Noel y todos los seres mágicos de la Navidad se hubieran puesto de acuerdo y, aunque con unos meses de retraso, nos hicieran llegar un regalo sorpresa. ¡Y qué regalo! Gustavo Dudamel y la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar interpretando todas las sinfonías de Beethoven, en sólo cuatro días.
La Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y Gustavo Dudamel hicieron vibrar a todo el Palau de la Música con una interpretación brillante que dejo al público enmudecido. Ni una tos, ni un carraspeo… nada. La música era tan potente que no dejó espacio para nada más.
La interpretación de todas las sinfonías de Beethoven, en una maratón de cuatro días, es un hecho insólito. Pero no debería serlo. El Palau de la Música ha demostrado que puede hacerse. Y debería hacerse más a menudo. Si, además, para un hecho insólito como éste, se cuenta con Gustavo Dudamel y la OS Simón Bolívar… el público puede decir que ha tocado el cielo.
La programación de todas las sinfonías de Beethoven ha sido un acierto. La elección de Gustavo Dudamel y la OS Simón Bolívar, otro acierto. Hay que felicitar al Palau de la Música por este regalo impresionante y, puestos a pedir, pediremos que deje de ser un hecho insólito y que se repita más veces.