Ha llegado el momento de la reflexión. De dejar de lado la situación económica, social y política. De acallar a las voces que hablar sobre los «efectos de la inmigración» y escuchar a las personas. Es la hora de humanizarnos un poco y ser conscientes de que cualquier inmigrante es una persona con corazón, con ojos, con pulmones y con lágrimas en los ojos. Basta ya de convertirnos en barreras, de aceptar esa invisible coraza que nos están imponiendo y de abrazarnos los unos a los otros, ayudarnos, querernos y respetarnos.
Juan Diego Botto ha querido lanzar un «basta ya» particular, un «basta ya» que se traduce en su obra «Un trozo invisible de este mundo«, una pieza basada en testimonios reales de personas inmigrantes que dan una fiel muestra de la poca humanidad que estamos teniendo.
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Del 12 al 29 de septiembre, Juan Diego Botto y Astrid Jones subirán al escenario del Teatre Lliure para lanzar su voraz crítica a la política de inmigración que, poco a poco, estamos haciendo como nuestra.
Un agente de policía que cree que en este país no cabe nadie más. Un inmigrante que llama desde un locutorio a su mujer y, entre divertidos desencuentros y confusiones, explica cómo le van las cosas y la dureza de la distancia. Una mujer subsahariana que cuenta a su hijo cómo viajó a Europa y los obstáculos que encontró en el ‘primer mundo’. Un joven que relata su experiencia frente a la tortura en la Argentina de la dictadura de la Junta militar de los 70, y un hombre que, cargado de sarcasmo, filosofa sobre lo que supone estar lejos de casa y perderlo todo por un exilio político.
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