La Conquesta del Pol Sud presenta «Guardianes del corazón de la tierra» en La Villarroel dentro del Grec 2023. Se trata de una obra de teatro documental que mezcla el periodismo con la escena para acercarnos a una realidad que, aunque parezca estar muy lejos de nosotros, está mucho más cerca de lo que creemos.
Guardianes del corazón de la tierra, teatro documental que nos lleva al corazón del Amazonas
Esta pieza comienza con un viaje: un viaje a Alemania, país en el que reside Bane, un indígena de la etnia Huni Kuin que vive entre Europa y el Amazonas. Porque cada año se marcha cuatro meses a ese rincón entre la selva que le vio nacer, donde aprendió a cazar, a pescar, a vivir en comunión con la naturaleza.
Carles Fernández Giua y Eugenio Szwarcer, miembros de La Conquesta del Pol Sud, son los que emprenden este viaje para conocer a Bane en Alemania y, después, reencontrarse en el Amazonas. Y todo este viaje lo relatan con su cámara, con un cuaderno de viaje cargado de reflexiones y con vivencias muy recientes (este mes de abril fue cuando estuvieron viajando) que hacen que la experiencia se viva aún más de cerca.
En Guardianes del corazón de la tierra nos adentramos en un documental que nos habla sobre un viaje a los orígenes, no solo de Bane, sino de todos nosotros. Unos orígenes que están en plena naturaleza, conectados con lo que realmente somos, con la naturaleza, con el entorno. Un viaje que nos invita a reflexionar sobre nuestro «progreso», si realmente es un «progreso» o es una manera de vivir que nos ha alejado de realmente lo que somos.
Una puesta en escena espectacular
Una de las claves de esta pieza escénica es que la puesta en escena es impresionante. Se basa en un juego con los audiovisuales y con la metáfora constante de ese contendor que sirve para expropiar riquezas de los países que seguimos explotando. Esos países que dicen que «descubrimos», aunque ya estaban descubiertos, solamente fueron saqueados. El saqueo perdura hoy en día y ese contenedor simbólico lo refleja en todo momento sobre el escenario.
Pero el contenedor se convierte, también, en una ventana a la vida de Bane, a la selva, al Amazonas. Gracias a los audiovisuales y a las emisiones en directo que nos ofrecen diferentes perspectivas de lo que pasa en el escenario, la pieza cobra un sentido mucho más poético y mucho más bello.
Además, la música en directo protagonizada por Txana Bane Huni Kuin, con sus cuentos narrados, su voz suave y sus melodías ancestrales consiguen trasladarnos a ese otro mundo que, por muy lejano que parezca, en realidad, forma parte de todos nosotros.
Narración un poco confusa
En Guardianes del corazón de la tierra hay un pequeño problema y es que la narración de los hechos confunde un poco. La propuesta está presentada como un documental, pero no se entiende muy bien el planteamiento de todo el viaje: cuál es la motivación, por qué estamos primero en Alemania y por qué vamos luego al Amazonas.
Falta una narración más clara y entendible que permita al público seguir las aventuras y el viaje como un protagonista más. Esa falta de claridad hace que, a veces, nos sintamos perdidos, que el sentido de todo lo que nos cuentan se quede en el limbo y que no sea hasta al salir de la función que empezamos a atar cabos. Esto puede darse en una obra teatral, pero en una pieza de teatro documental encuentro que es un poco confuso y provoca cierta desconexión.
El formato teatral no acaba de funcionar
Hemos comentado que Guardianes del corazón de la tierra está presentado como un documental y, como documental, funciona. El problema es cuando se le quiere dar el toque teatral, ahí ya no funciona tan bien. Se ven las actuaciones forzadas, demasiado frías, distantes; un teatro muy poco teatro. Y, para hacerlo así, mejor no hacerlo y seguir con el formato documental y narrativo, que funciona bien y brilla por sí solo. Si se opta por incluir actuaciones teatrales, que se hagan bien, que sean creíbles, que sean potentes; porque si no, queda cojo, flojo y no acaba de funcionar.
Un mensaje claro, poderoso y emotivo
Guardianes del corazón de la tierra es una buena propuesta para visibilizar la situación de la comunidad Huni Kuin y, en general, de todas las comunidades indígenas que están en peligro hoy en día. Pero, además, también es un grito de llamada a todos nosotros que vivimos en nuestros pisos, en nuestras calles y en nuestros comercios, para realmente preguntarnos: ¿estamos satisfechos con la vida que llevamos?, ¿nos sentimos acorde a nuestra naturaleza?, ¿o buscamos algo más?
Un canto de retorno hacia nuestros orígenes y, al mismo tiempo, una denuncia de la colonización y del capitalismo salvaje que está quitándonos lo más sagrado: nuestra unión con nuestra madre tierra.
- Lo que más me gustó: La puesta en escena me parece preciosa, tanto por los audiovisuales, como por la interpretación de Bane.
- Lo que menos me gustó: Las intervenciones teatrales tan poco teatrales. Mejor no hacerlas y ceñirse al documental.
