Hay historias que envejecen mal y otras que, con el paso del tiempo, parecen encontrar un nuevo significado. Tootsie pertenece a este segundo grupo.

La película de los años ochenta es un clásico del humor inteligente y la ironía sobre los roles de género, con un Dustin Hoffman inolvidable. Sin embargo, esta versión que se representa en el Teatre Apolo logra no solo actualizar su discurso, sino también hacerlo brillar con frescura y ritmo, ofreciendo un espectáculo divertido, actual y técnicamente impecable en muchos aspectos.

Tootsie el musical: una comedia que se adapta a su tiempo

El punto de partida de Tootsie el musical sigue siendo el mismo: un actor que, cansado de que no le den trabajo, decide hacerse pasar por mujer para conseguir un papel. Pero lo que antes era una sátira sobre los prejuicios del mundo del espectáculo, ahora se convierte en una comedia más amable, con una sensibilidad distinta y una comprensión mucho más respetuosa del universo femenino. Y eso se agradece.

Ivan Labanda: un protagonista irresistible

El protagonista, Iván Labanda, está espléndido. Construye a Dorothy con ternura, humor y una naturalidad que conquista desde el primer minuto. Hay algo entrañable en su manera de moverse, en cómo usa el rostro para contar lo que el personaje siente.

A veces basta una mirada suya para que el público estalle en carcajadas. Además, su trabajo vocal es digno de mención: mantener el registro agudo del personaje femenino sin perder expresividad ni energía no debe ser nada fácil, y, sin embargo, lo logra con una soltura admirable.

Voces que llenan el escenario

También destaca la actriz Diana Roig, la cual interpreta a Julie, su compañera de reparto y objeto de enamoramiento. Tiene una voz preciosa, potente y afinada, y consigue que cada número en el que participa cobre fuerza.

El nivel vocal general es alto, aunque hubo momentos en los que se entendían peor algunas canciones. Sospecho que no todos los intérpretes llevaban micrófonos invisibles, y eso, en un musical, marca la diferencia.

Una puesta en escena dinámica y divertida

La puesta en escena de Tootsie el musical es ágil, colorida y con ese aire de sitcom que mantiene el ritmo y el tono ligero. Quizás alguna escena se alarga más de lo necesario, pero el humor y el encanto del conjunto hacen que el tiempo pase volando.

En definitiva, Tootsie, el musical es una comedia que respeta el espíritu de la original, pero que sabe adaptarse a su tiempo. Tiene gracia, tiene ternura y tiene algo de nostalgia, esa mezcla perfecta que hace que salgas del teatro con una sonrisa. Y no solo por lo que te has reído, sino porque te recuerda que detrás de cualquier disfraz lo único que buscamos es que nos vean tal como somos.

  • Lo que más me ha gustado: La irresistible interpretación de Dorothy.
  • Lo que menos me ha gustado: La dificultad de entender algunas canciones corales o de conjunto.
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