7 obras de teatro de terror famosas

¡Conoce 7 obras de teatro de terror famosas para morirse de miedo! No son tan comunes dentro del arte histriónico las obras de terror, pero cuando el teatro aborda el terror es garantía de espanto y suspenso. En Espectáculos BCN queremos darte una lista de sustos y alaridos y, por eso, te traemos las 7 mejores obras de teatro de terror famosas que debes disfrutar.

Lista de obras de teatro de terror famosas

El terror, tradicionalmente asociado a lo sobrenatural o paranormal, no es un género que pueda resultar favorecido en el teatro. Es decir, si comparas los recursos que la literatura o la cinematografía puedan usar para representar una historia de terror, el teatro, en comparación, es bastante menudo.

Sin embargo, esto no ha amilanado a productores, directores y espectadores, más bien los ha llevado a fortalecer el pacto ficcional de la representación teatral y dejarse consumir por el miedo. El resultado de esa complicidad entre ejecutores y espectadores ha rendido frutos, y, además, ha mutado en la capacidad que ha desarrollado el teatro para afinar otros tipos de terror, ha desarrollado recursos macabros, y siniestras historias que se han vuelto famosas.

Como en la literatura de terror, las temáticas teatrales que aterrorizan el alma humana han ido adecuándose a la cambiante sociedad moderna, y donde antes el fantasma, las criaturas desconocidas o el demonio podían asustar, es ahora el terrorismo, la amenazante tecnología, o la psicopatía social los motivos de espanto. Vamos a conocer el listado con las obras de teatro de terror famosas más importantes.

La dama de negro. Susan Hill

Aunque no estaba pensada en principio para ser presentada como una obra de teatro, y más bien debe ser entendida como una novela, La dama de negro se convirtió en la historia más que perfecta para se representaba sobre las tablas. Hill introdujo una de las historias de terror más espeluznantes en 1983 cuando escribió sobre Arthur Kipps. Este joven abogado nos aborda y empieza a contarnos las vicisitudes tras visitar la mansión de una cliente recién fallecida. Y mientras el viejo Kipps nos entretiene con su relato, un joven Kipps va representando las acciones que se desarrollaron en la terrible mansión.

La obra de teatro es de las más longevas en ser presentada por los grupos teatrales en todas partes del mundo. En Londres tiene más de 30 años presentándose, y en Latinoamérica 28 años. El joven y el anciano Kipps – nuestro narrador- son nuestros guías por la leyenda de la Dama de negro, un espanto que tiene décadas haciendo que las salas teatrales entren en pánico.

El cuarto de Verónica. Ira Levin

Montada por primera vez sobre las tablas de Broadway en 1973 y escrita por Ira Levin -sí, el mismo del Bebe del Rosemary y Los chicos del Brasil-. Si recuerdas algunos de los otros textos de Levin ya sabrás que la tensión y el suspenso durante toda la obra está en el punto de ebullición, y desde la primera representación supieron bien como ocultar el magnífico plot twist de la trama.

Es un referente del teatro del terror y del suspenso. Susan y su cita, Larry, conocen una pareja de ancianos que insisten en el gran parecido de la misma con “Verónica”. La insistencia es tal que deciden acompañar a la pareja a su mansión para ver el retrato de Verónica, tristemente fallecida tiempo atrás. En la mansión las verdaderas intenciones de la pareja empiezan a mostrarse y Susan queda atrapada en una pesadilla interminable.

Terror. Ferdinand von Schirach

Hay una especie de terror que no viene de lo sobrenatural, sino que más viene está asociado a lo terrorífica que es la sociedad, la libertad y las decisiones difíciles. Más que el terror psicológico, este género se considera terror social, más cerca de distopía -muy terrorífica la mayoría de las veces, que de lo paranormal-, pero, aun así, escalofriante. En el teatro lo siniestro, lo macabro, lo repulsivo es sinónimo de terror, porque finalmente el espectador disfruta una velada en la que se ve trastocado, y ese sentimiento es parte del terror. La historia de Terror es espeluznante en el más hondo de los sentidos.

El piloto Lars Koch de la fuerza aérea alemana debe tomar una decisión impensable, decidir si derribar un avión abordado por una fuerza terrorista a punto de estrellarse contra un estadio repleto de fanáticos del futbol o esperar. La terrible decisión, las consecuencias y el juicio moral y ético contra el piloto y también contra la sociedad, son parte de la trama de un macabro terror moderno que atormenta hasta al más cínico de los espíritus.

Secretos oscuros. Gabriel Pineda

Seguimos con el secreto del teatro de terror moderno, el espanto realista, el terror que las cosas reales y no sobrenaturales nos pueden ocasionar. Un grupo de personas sin ninguna relación son escogidas para participar en un juego. El grupo es obligado a matar para poder sobrevivir por un demente mientras es transmitido en vivo por internet.

No es una premisa precisamente innovadora, pero si terrorífica siempre que es representada, pues nos lleva a ahondar en lo más profundo de los instintos humanos. Secretos oscuros se aleja de lo slayer, típico de estas tramas, y se adentra en lo psicológico, en la afectación que el espíritu siente ante sucesos en los que se ve comprometida su humanidad.

The Pillowman. Martin McDonagh

Presentada por primera vez en 2003 y escrita por Martin McDonagh, tiene más de 20 años atemorizando a miles de espectadores. El famoso escritor Katurian se ha hecho de renombre con cuentos horribles en los que niños son asesinados. Sus historias comienzan a hacerse realidad cuando comienza una ola de violentos asesinatos en los que sus crímenes son recreados a la perfección.

Durante el interrogatorio policial al que es sometido como primer sospechoso todo su pasado es puesto a la luz. Las humillaciones, junto a las horrendas prácticas de su familia para “fomentar” el talento literario que tenía desde joven. La obra es escabrosa y rica en detalles horrendos que hacen que el público quede realmente pasando por el horror.

El fantasma de la Ópera. Gastón Leroux

El clásico de los clásicos, una de las óperas más conocidas y una historia que todos conocemos y la que probablemente sea la obra de teatro de terror famosa más importante. Sin embargo, aunque su protagonista ronda constantemente tras bambalinas no era una obra para ser llevada a las tablas. Pero, Andrew Lloyd Weber tomó la novela de 1910 de Leroux y la convirtió en un imprescindible de Broadway temporada tras temporada.

Un oscuro ser busca enamorar a una joven aspirante a cantante de ópera mientras aterroriza a todo el teatro en el que habita. Es una de las obras de terror gótico más importantes de la literatura y se convirtió en un clásico del teatro musical en todos los idiomas. La canción principal es una joya moderna que ha sido versionada a distintos géneros musicales y se ha vuelto eterna.

Rocky horror show. Richard O’Brien.

El cine y el teatro se han nutrido mutuamente desde la primera celulosa cinematográfica empezando el siglo XX. The Rocky horror Show fue un musical teatral que homenajeaba de forma paródica las películas de terror de la primera era del cine Serie B. Fue producido y dirigido por Jim Sharman, e incluía a un científico travesti que alberga un montón de criaturas extrañas, y cuando recibe la visita de una pareja de enamorados les muestra su última creación, Rocky, una especie de Frankenstein reimaginado.

Como una muñeca matruska, la obra de teatro que parodiaba las películas serie B del cine, se convirtió en una película serie B muy bien aceptada que se volvió rápidamente una película de culto entre los amantes de la cinematografía.

Teatro Grand Guignol

El Teatro Grand Guignol fue uno de los más importantes de la ciudad de Francia a finales del siglo XIX. Oscar Metenier, uno de sus fundadores, buscaba promover un estilo teatral naturalista extremo. Es decir, apegarse a la realidad más dura y cruda posible. Para ello incluía en sus representaciones vejaciones, mutilaciones, maltrato y muerte sin nada de filtro o retoque.

Las obras de teatro buscaban conmover, como toda representación artística, pero conmover de la forma más macabra y siniestra posible causando verdadero terror.  Llegaron incluso a usar retazos de textos de Edgar Allan Poe para recrearlos en sus performances. Pero, en general, sus obras teatrales no eran muy prodigiosas en argumentos, pero sí en escándalo visual.

Traspasaron fronteras y gustos y se volvieron en la inspiración de formas de arte transgresor más moderno como el Surrealismo, el Movimiento Pánico, el teatro Macabro, y finalmente tendencias estéticas cinematográficas como el slasher o el gore.

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