Teatro en el siglo XVI y su influencia

Teatro en el siglo XVI y su influencia

El teatro ha sido, sin dudas, el entretenimiento favorito de todos los tiempos independientemente del país o la clase social. ¿Pero siempre fue así? No, el periodo histórico que convirtió el teatro en algo universal y popular fue el Renacimiento. El teatro en el siglo XVI fundó el concepto de lo que es el teatro moderno. Y en Espectáculos BCN nos encanta el teatro, por eso te traemos todo lo que hay que saber del teatro en el siglo XVI.

Orígenes del teatro del siglo XVI

El teatro del siglo XVI se conoce como Renacentista y diacrónicamente este teatro llegaría hasta finales del siglo XVII . El nombre tiene que ver con el reavivamiento de la estética y obras clásicas griegas y romanas. Recordemos que desde la caída del Imperio Romano y hasta el siglo XV se considera la Edad Media, la época del oscurantismo, cuando el arte y el conocimiento humano fue bastante restringido y dogmático. Entrando al siglo XVI, el arte y la cultura redescubrió los ideales y textos clásicos y “renació” el humanismo.

Se considera al teatro del siglo XVI como el primero de la Edad Moderna históricamente hablando. El hombre había podido desarrollar los valores que definen la Modernidad: comunicación, razón, progreso, tecnología. Con el desarrollo y fomento de estos valores se volvió a trabajar sobre las bases sentadas en la Antigüedad. En el teatro, los autores tendieron a imitar y reformular las ideas e historias clásicas.

El teatro renacentista tuvo su mayor esplendor en Italia, Francia, España e Inglaterra. Aunque todo el periodo histórico se conoce como teatro renacentista, puede dividirse en diferentes vertientes. Cada vertiente se basaba en la admiración y emulación de los clásicos griegos y romanos, pero diferían en algunos puntos. El neoclasicismo reproducía el glorioso pasado clásico, producía obras de acuerdo a la estructura e ideales de la antigüedad. Este tipo de teatro conocería su mayor esplendor en el siglo XVII, pero su esencia nace a mitad del siglo XVI.

Por otro lado, el teatro isabelino en Inglaterra, y el del siglo de oro en España intentaron variantes. El teatro isabelino buscó innovar con el uso del lenguaje y la puesta en escena e incorporar elementos fantásticos medievales. El teatro del siglo de oro se vinculó fuertemente a los valores medievales y al tema religioso y moral. En España tras un periodo transicional, el teatro del siglo de oro refulgió como la meca de la comedia renacentista.

Nacimiento del teatro renacentista

Los historiógrafos consideran que el teatro renacentista nació en Italia. Los autores italianos empezaron a experimentar con la adaptación de historias clásicas al argot y usanza de la época. Esta tendencia se replicó en el resto de la región.

La escritura e interpretación teatral tuvo, igualmente un renacimiento en el siglo XVI. En la Edad Media el trabajo de actor o escritor teatral popular era denostado. Con el advenimiento del Renacimiento la labor dramática retomó su antiguo esplendor y dignidad. La invención de la imprenta contribuyó a popularizar los textos dramáticos. La impresión de los textos teatrales dio éxito a sus autores en otros niveles e incentivo el interés en la actuación.

Así como la profesión teatral floreció, lo hizo la arquitectura y tecnología usada para las representaciones. Los teatros como centros de entretenimiento y disfrute aprovecharon la tecnología y la combinaron con dispositivos y disposiciones arquitectónicas clásicas. Nacieron elementos del teatro moderno como el arco del proscenio, importante en la distribución moderna del auditorio.

Este renovado interés en los autores y obras griegas permitió la recuperación de tramas e ideales, pero también de conceptos. La Poética de Aristóteles influyó en el auge de los géneros tragedia y comedia.

Tragedia renacentista

Los trabajos de Seneca y Eurípides fueron los principales influjos de la tragedia renacentista. Entre los principales autores de este género durante el siglo XVI encontramos a Trissino,  Marlowe y al final del periodo Shakespeare.

Para la mitad del renacimiento los autores habían notado que el público necesitaba un descanso de la pompa y seriedad argumental de la tragedia. Las tragedias empezaron a representarse incluyendo interludios musicales. Eventualmente estos interludios, que evocaban las sátiras clásicas, se convirtieron en otros géneros como la ópera y el ballet.

Comedia en el siglo XVI

Las obras de Plauto, Terencio y Aristófanes son las bases sobre las que se construyó la comedia renacentista. Los maestros de la comedia del siglo XVI, quienes, de hecho, construyeron una formula efectiva y novedosa, fueron los autores españoles. Lope de rueda, Cervantes o Naharro son solo algunos de los autores más reconocidos de este género en el siglo XVI.

En Italia, inspirados por la comedia grecorromana, surgió la comedia dell´arte y sus personajes característicos: el paggliacio o el pantaleone.

Tipos de teatro en el siglo XVI

El teatro de este periodo desarrolló unas características que permiten su tipología. Habiendo obtenido alguna libertad tras superar la Edad Media, el teatro del siglo XVI evolucionó en los siguientes 3 ejes.

El teatro religioso

El teatro de la Edad Media se desarrolló casi enteramente sobre este tema, así que siguió siendo un argumento recurrente. Las representaciones religiosas persistieron en el temario dramático, pero permaneció reservado para círculos cultos o eventos eclesiásticos. El surgimiento de nuevas obras en esta temática es casi nulo, más bien montajes de textos anteriores.  La trascendencia de este tipo de teatro o influencia posterior es muy poca. Sin embargo, funciono como eje temático de transición necesario para la evolución entre la edad media y el renacimiento.

El teatro popular o profano

Este es probablemente el más trascendental y prolífico de los tipos de teatro en el siglo XVI. La imaginería y diseño de personajes de las historias ha impactado en el teatro hasta el día de hoy. La continuación y perfeccionamiento del teatro profano y ambulante de la Edad Media dio origen a nuevos géneros como la comedia dell ´arte. Además, permitió la conformación de compañía de teatros, en principio ambulantes, y luego de forma profesional y estructurada.

El teatro palaciego

Es un teatro pensado para las clases elitistas y adineradas. Los pastorales serían recurrentes, pero el humanismo, la moral y el amor se convertirían en los pilares de este teatro. Los recursos discursivos eran más cuidados y los temas menos grotescos que en teatro popular. Las formas escénicas se ampliaron y dieron paso a la formación de nuevas artes y géneros como la ópera, la mascarada, etc.

Influencia del teatro del siglo XVI

Si bien el teatro en el siglo XVI tuvo una fuerte influencia del teatro clásico y consistió en muchos modos de imitación, el renacimiento teatral dejó un fuerte legado en el arte dramático. La incorporación de nuevos géneros y formas interpretativas, nuevas formas de lenguaje artístico y aportaciones técnicas surgidas en este periodo transformaron el concepto de teatro.

Recurrentemente Italia ha sido uno de los epicentros de las transformaciones y avances artísticos . En el renacimiento el teatro popular y las representaciones callejeras italianas, desarrollaron unas características peculiares que impactarían fuertemente en la conformación del teatro europeo en adelante.

La Commedia dell’Arte

En esta forma teatral los actores representaban una obra sin texto o libreto. La improvisación solo era dirigida a través del vestuario o personificación de personajes ya estereotipados: Dottore, Pantaleone, Paggliaccio, Colombina, etc.

Estos personajes tenían un tipo y características prestablecidas como origen, acento, reacciones y profesiones. Este teatro fue el primero en gozar de actores exclusivos y profesionales, especializados en un solo tipo de personaje regularmente.

La trama era siempre comedia y se han recogido mas de 800 subtipos de fórmulas narrativas. La improvisación generalmente giraba alrededor del amor o la infidelidad, la audiencia participaba activamente en la formulación de la historia.

Ópera

Del teatro palaciego y cortesano del siglo XVI con su pompa y artificios nació la ópera. Los intermezzi solían usarse para cortar momentáneamente la seriedad y solemnidad de la tragedia. La ópera fue en sus principios, una emulación de las representaciones corales antiguas. Sin embargo, siendo que se entendía como un entretenimiento secundario dentro de la función, no tuvo tantas restricciones.

La ópera, por tanto, podía permitirse ahondar en aguas menos estrictas, jugar con la imaginación, mitología, danza y música. Todo esto aprovechando los espectaculares recursos escenográficos de los grandes teatros financiados por las cortes y los nobles. La innovación en los usos de la luz escenográfica y el vestuario es uno de los aportes más significativos de la opera primitiva. La incorporación de “novedades pictóricas” con representaciones en tres dimensiones como parte de la ambientación transformaría la puesta en escena.

Ballet

La representación coreografiada y musicalizada de una historia germinó el teatro italiano del siglo XVI, y, posteriormente, otras tradiciones europeas lo adoptarían. El ballet tal y como lo conocemos hoy empezó formando parte, también, de los intermezzi de la tragedia renacentista.

Francia fundaría la primera escuela de Ballet alrededor de 1661. Bastiano di Rossi la conceptualizaría como el arte escénica que hoy conocemos.

Mascarada

Asociada al teatro palaciego, la mascarada fue otra importante adición escénica del teatro en este siglo. Se iniciaron como representaciones alegóricas dedicadas a los anfitriones o nobles presentes en eventos celebratorios.

La mascarada evolucionó como una tradición escénica en la que actores disfrazados y enmascarados entraban intempestivamente, bailando y trayendo ofrendas. En Inglaterra especialmente esta expresión escénica fue exitosa y prolífica. Las alegorías de las mascaradas solían ser un manifiesto político en el que se alababa un gobernante o figura pública.

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Aimara Villanueva Soy editora y correctora desde hace más de 10 años, investigadora, redactora y una voraz lectora. Generadora de contenidos y Content manager desde hace 5 años. Soy egresada como Licenciada en Letras mención Políticas culturales de la Universidad Central de Venezuela, con diplomados y cursos en edición y ruta editorial. Finalista en festivales internacionales. (Margarita, 2011). Ver mi Linkedin

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