Crítica de Melisa Coloiera
Nota: 9.5 sobre 10
«Quiero hacer a la gente conmoverse y llorar, incluso aunque no entiendan mis palabras» ( Edith Piaff 1915 -1963 )
Los días 12, 13 y 14 de junio Barcelona se suma a los actos de celebración por el centenario de Edith Piaf, con tres únicas funciones en el Teatre Tívoli del mundialmente exitososhow homenaje 100 aniversario de Edith Piaf: «Piaf! El Show». Inspirado en la película “La Môme”, ganadora de 2 Óscars. Cuenta con la interpretación de Anne Carrere, una carismática artista en el papel de Edith Piaf. Hacemos énfasis en éste magistral fichaje porque después de escucharle reconocemos que no pudo haberse encontrado mejor intérprete. Su voz es poderosa y cautivadora. Para prepararse debidamente en el papel de Piaf, Anne Carrere conoció a Germaine Ricord, amiga cercana de Piaf, hizo gira con ella durante tres años como cantante de apoyo para ayudarle a prepararse y reconoció en ella esa estupenda voz, tan parecida a la de su amiga Edith.
Piaf! El Show conmemora el 100 aniversario del nacimiento de Edith Piaf y consistió en sólo tres noches de espectáculo en el teatro Tívoli. Éste show se presentó en dos partes de 40 minutos cada una con un descanso en medio. Lo que presenciamos resumido en una palabra fue: deslumbrante. Un recorrido audiovisul por la apasionante vida de Piaf, desde sus humildes orígenes en un barrio parisino hasta convertirse en leyenda; todo en el convulso y ajetreado contexto histórico de la Europa de entre los años 30 a 60 y el París bohemio de la postguerra.
Un musical en Barcelona que nos ofreció una noche emotiva acompañados de la voz de Anne Carrere. Ésta belleza francesa cantó maravillosamente todo el repertorio musical de Edith Piaf con pasión e intensidad y a ritmo de vértigo. Detrás del decorado al mejor estilo parisino (un banco, una farola y café), con una pantalla gigante se pasaban fotografías inéditas de la vida y entorno de Piaf como un viaje en el tiempo.
Lo mejor del show fue como se vivió por el público presente, no todos los días uno se encuentra un teatro lleno con un público tan agradecido, menos en épocas de crisis como la que vivimos, ésta parecía ser la excepción a la norma. La misma Anne Carrere se conmovió por el fervor de los aplausos y le saltaron algunas lágrimas hasta que se recompuso y pudo continuar con la bella Vie en Rose. La primera parte fue una breve introducción al ambiente parisino y a los comienzos de la artista con las canciones anecdóticas; la segunda parte guardaba lo mejor del repertorio con temas tan inolvidables como «Paris», «Le vie en Rose» o la célebre «Non, je ne regrette rien» (con la que el aplauso efusivo inundó toda la sala de un teatro lleno y el público se puso de pie).
La sorpresa divertida de la noche, fue un pequeño karaoke en el que se invitó al público a cantar un fragmento de La Vie en Rose con el texto en pantalla. También nos encanto el carisma de la artista que sacó a bailar a algún espectador y subió a otro a escenario ganándose la complicidad del público cada vez más encantado por su simpatía y talento.
Este es el mejor homenaje posible a la gran artista francesa: que su música sea recordada, se vuelva a disfrutar a lo grande y sea descubierta por nuevas generaciones que no le han llegado a conocer cuando vivía. Ha sido un show impresionante a nivel cultural e histórico, tanto para los fans como para esos nuevos descubridores que se acercaron a verlo. Quizás La Vie en Rose sea, después de todo, una canción eterna.