Valoración: 9 sobre 10
En Perdón, el dúo Sutottos nos habla de la infancia. Un lugar que permanece intacto en nuestros recuerdos y al que, a veces, nos aferramos, como si nada hubiera cambiado.
Fabio llama a Javier. En la etapa de Primaria fueron grandes amigos. Más aún, Fabio era el mejor amigo de Javier. Y Javier era el mejor amigo de Fabio. De eso hace ya, 27 años… Pero para Fabio, la amistad entre él y Javier es tan vigente y tan fuerte como la última vez que se vieron. Los 27 años que han pasado no son nada, son un segundo en vida.
“Soy tu mejor amigo. ¿Te dice algo? Soy tu mejor amigo.”
Perdón, de Sutottos, una obra sobre las relaciones humanas en clave de humor
Javier acude a la llamada de Fabio. Y a partir de ese momento, Sutottos nos demuestra que han hecho un gran trabajo de observación e investigación en las relaciones humanas. El encuentro entre Fabio y Javier es un espejo donde podemos mirarnos y reir. Porque reimos mucho con ellos, de ellos, y de nosotros. Nos vemos reflejados en ese intento de recuperar una época que ya pasó, de negar que las cosas han cambiado, de querer que todo siga como antes aunque ya nada sea igual. Nos vemos reflejados en el intento de revivir un pasado que fue en un presente que se nos escapa de las manos.
“… peor aún…. Que tenés otro mejor amigo que no soy yo…”
Y Sutottos hace todo esto en clave de humor. Un humor limpio, lleno de ironía y sarcasmo donde las palabras dicen una cosa pero el gesto y la voz dice otra. Gestos llenos de impostura, sonrisas falsas, abrazos vacíos hacen que cada diálogo sea un diálogo absurdo que se enzarza en este absurdo en una espiral que parece no tener fin.
“Yo dije cariño. – Yo dije aprecio. – Cariño es mucho más que aprecio. – Eso es para vos.”
Fabio se agarra a su pasado como si le fuera la vida en ello y crea un remolino emocional que lo arrastra todo, incluso a Javier, que también hace su propia regresión. ¿Hay que pedir perdón por haber crecido?
“Fuimos novios en la Primaria. Nos casamos. Quiero que nos demos una nueva oportunidad.”
El encuentro y desencuentro de Fabio y Sergio está lleno de humor. Sutottos sobreactúa y exagera como si estuviéramos delante de un culebrón, con gestos amplios, con muecas a ritmo lento, con gritos desgarradores… pero detrás de esta exageración, hay unos diálogos hilarantes que nos retratan muy bien.
“No es gratis pasar por la vida de otra persona.”
Un espectáculo de clown que funciona muy bien
Perdón, en La Villarroel, es un espectáculo de clown que hará reír a los adultos, porque no deja títere con cabeza. Pero también es un espectáculo que hará reír a los niños. Sí, a los niños también. Porque Andrés Caminosa y Gadiel Sztryk pasan de ser adultos histriónicos a ser unos niños de primaria que se empujan y pelean. Porque los niños captarán a la primera el absurdo de los diálogos.
Sutottos canta en directo para completar el espectáculo. Unas canciones que destilan un punto de mala leche… pero es que somos eso, una mezcla de humor, de mala leche, de infancia, de adultez… y somos nuestros recuerdos.
Perdón, en La Villarroel, es un espectáculo para reirnos de nosotros mismos mientras Sutottos nos muestra como somos en el escenario. Un espectáculo que podemos ver solos, o con niños. Las risas están aseguradas.
“Perdón por ser así.”