Nota: 8 sobre 10
La Fura dels Baus presentó un espectáculo en Barcelona basado en el clásico Carmina Burana
Cuatro únicas funciones de paso fugaz por Barcelona en el Teatre Tívoli, para el gran nombre y expectativa en torno a la interpretación artística de Carmina Burana de La Fura dels Baus. Una tentación muy grande entre el público y seguidores de ésta, siempre sorprendente, compañía. Se hizo notar en la concurrencia porque quedaban agotadas las entradas rápidamente. La fiebre por ver a la Fura se había desatado en Barcelona.
La Fura dels Baus es una compañía catalana de éxito internacional que ha triunfado con sus montajes donde aplican la tecnología, ciertos componentes mecánicos, la sorpresa y la provocación. Su espectacularidad y estilo propio les caracterizan. Y con Carmina Burana nos sorprendieron con un ocurrente montaje artístico, acompañado de una orquesta y voces absolutamente espectaculares. Si hay algo en lo que casi todo el público estuvo de acuerdo es que la calidad sonora fue suprema.
«Carmina Burana» en latín significa Canciones de Beuern. Carmen viene a ser un poema o cántico por lo tanto no hace referencia a ningún nombre propio. «Burana» es el gentilicio de los que proceden de Bura (nombre latino del pueblo de Benediktbeuern) una zona de Baviera. Carmina Burana es una canción que cuenta una colección de 300 poemas que critican las clases sociales, al clero y la corona pero también elogian el amor, la buena vida y las pasiones.
Con la interesante letra de éste poemario satírico, para algunos por primera vez traducida y comprendida, que nos hablaba de la fogosidad de las pasiones humanas, del amor, la felicidad y el sexo, la virtud, el sufrimiento y básicamente del destino, la rueda caprichosa de la fortuna, se va desarrollando la performance. Un despliegue artístico y visual que en conjunto cumplió bien su función, logró sorprender y hacer que uno se entregue por completo a la experiencia sensorial.
En cuanto a la puesta en escena, Carmina Burana de La Fura no fue tan espectacular como otros shows que han ejecutado pero cumplió. Un cilindro de tela semitrasparente envolvía a la orquesta apenas visible, sobre la tela del cilindro proyecciones hechas con ordenador mostraban imágenes en relación con la cantata que se iba ejecutando. Éstas imágenes quizá fueran algo sencillas. Proyecciones muy básicas: una luna, unas estrellas, flores, agua…
La pieza de Carl Orff cobró vida en este espectáculo de Barcelona, se dibujó frente a nosotros contando una historia como nunca antes se había contado. En Carmina Burana la letra parecía ir contando una advertencia: «El destino como la fortuna, gira dando vueltas, como la luna», frase que invita a tomar conciencia de cómo vivir la vida. ¿Hay algo que dé más esperanza que la constante certeza de que todo puede cambiar? Si bien esperábamos más estéticamente de la parte visual, el show contó con belleza sensorial, poesía y música espectacular lo que, en conjunto, generó una velada inolvidable.
Espectacular en mayúscula , genial te atrapa toda la puesta en escena y la música y las voces te hacen vibrar