Jorge Blass nos da su palabra de que su espectáculo nos encandilará. Y la muestra que vimos … ¡nos encandiló de verdad!
Un mago que ya no utiliza varita mágica, que estas cosa ya están desfasadas… hay que actualizarse y ponerse al día. Y ahora no hay mayor varita mágica que una tablet, que en manos de Jorge Blass hace maravillas. La tablet o el móvil. Que cuando lleguemos a casa y nos miremos nuestros artilugios todos intentaremos hacer lo mismo que él… que por probar no perdemos nada, pero descubriremos que nuestras tablets o nuestros móviles, sin Jorge Blass, no tienen magia. Porque la magia viene con él.
Un espectáculo que incluirá levitaciones, desapariciones, sorpresas… y también baile, pero baile con magia. Un espectáculo de magia puesto al día, donde los típicos ayudantes del mago ya no son un chico porta objetos o una chica que luce palmito. Ahora los ayudantes participan y bailan… ¡y cómo bailan!
Jorge Blass derrocha simpatía y sabe moverse sobre un escenario, sabe llevarse el público al bolsillo… y cuando pide voluntarios, muchas manos se alzan… todo el mundo quiere participar de su magia y maravillarse con lo que Jorge Blass hace. Y lo hace ante nuestras narices.
Siempre nos han dicho que los magos no son realmente magos, que la mano es más rápida que el ojo, que son trucos, que la magia no existe… pues viendo a Jorge Blass en acción volvemos a creer en la magia. Él convierte nuestro mundo en un mundo ingenioso y maravilloso.
Jorge Blass, en Palabra de Mago, nos da su palabra de que vamos a pasar un rato inolvidable y que viviremos una experiencia que nos parecerá increíble… y cumple su palabra.
