Viva Broadway solo ha estado cuatro días en el Teatre Apolo situado en el antiguo bulevar que tiempo atrás acogía decenas de teatros en la concurrida Barcelona, el paralelo. Después de su estreno en el Teatro Amaya de Madrid y su paso por ciudades como Valladolid o Palencia continúan con su gira por España.
Viva Broadway es una retrospectiva de 150 años de musicales que acoge un gran número de éxitos como Grease, Los Miserables, El Mago de Oz, Cats, Cabaret, Chicago, New York New York, Mamma Mia, Aplausos, Fama, Flashdance, Chorus Line, Mary Poppins, Ghost, Hair, El Fantasma de la Ópera, Evita y Hairspray, entre otros. Me hubiese encantado escuchar Defying Gravity de Wicked o Don’t Rain on my Parade de Funny Girl pero en hora y media de música y baile sin parar no hay cabida para los deseos de los más quisquillosos.
En este espectáculo nos encontramos con 25 canciones de los musicales de Broadway
Desde la figura de Thomas Baker nos sumergimos en el idílico mundo de Broadway Avenue, el sueño de cualquier cantante y actor musical. Thomas Baker fue un productor y compositor musical londinense que tuvo la magnífica idea de mudarse a Nueva York y llevar a cabo un proyecto disparatado para entonces, el formato musical, donde los actores no solo recitarían sus diálogos sino que lo harían cantando y bailando. Así se inicia este espectáculo en Barcelona, con sus tres protagonistas principales y un elenco de bailarines y bailarinas que los acompañan con gran potencia y alegría.
Hay grandes momentos y otros que en comparación quedan flojos a nivel representativo e incluso vocal. En ocasiones las pantallas que acompañan el número musical entorpecen más que ayudar en la magia del momento. De todo el musical me gustaría destacar El Fantasma de la Ópera, no solo por la presencia y potencia de Roberto Saiz sino también por el show acrobático que lo acompaña que es una auténtica delicia. Asimismo, el número de Abba es realmente emotivo y visualmente bonito, mientras que el Mago de Oz me resulta estéticamente vacío.
El protagonismo se lo lleva principalmente Roberto Saiz como Thomas Baker seguido de su acompañante femenina Idaira Fernández y José Miralles. He de decir que quedé completamente embelesada con Roberto Saiz por su carisma y su fuerza vocal. Sin olvidar a los bailarines y acróbatas: Paloma Colmena, Alicia Real, Laura Bravo, Ender Bonilla, Amura Gallardo, Fran Moreno, Elena López y Laura Ferro que hacen del espectáculo un musical mucho más rico y completo.
Me llamó especialmente la atención Laura Ferro por su frescura y su eterna sonrisa y Ender Bonilla por hacer de las acrobacias algo aparentemente sencillo, y recalco aparente porque la complejidad, al menos para unos ojos soñadores como los míos, era bien alta. Por supuesto otro punto a favor es que los propios cantantes también participan en muchos de los números de baile.
Desgraciadamente, hay un aspecto muy negativo a destacar, que puedo llegar a comprender puesto que bailar y cantar puede resultar incompatible si la coreografía llega al contorsionismo. Sin embargo, en un número musical encontrarte con un playback puede ser un golpe duro para el público que lo que valora es la música en directo. Esto ocurre varias veces, por ejemplo en los casos en que el número es únicamente de baile y las bailarinas no llevan micrófono pero aparentan cantar la canción.
La coreografía es potente en sí pero en mi humilde opinión sería preferible que otros cantaran la canción o bien se omitiera la letra, en un musical como en un concierto queremos música en directo, queremos el alma del actor-cantante-bailarín en cada palabra.
Personalmente la magia de Viva Broadway reside en la pasión que parece que demuestran todo los miembros del equipo que están en escena ya que su fuerza y alegría es capaz de inundar toda la sala. Es súper positivo destacar que parece que disfrutaban de su trabajo y eso para mí como periodista, actriz y sobre todo espectadora es toda una joya.