¡Descubre los pueblos pequeños de Cataluña más bonitos! En Espectáculos BCN hacemos el recuento de los pueblos imprescindibles de nuestra región. Donde no importa la extensión o la cantidad de habitantes sino la belleza que lo rodea para hacerlos imponentes.
Los pueblos pequeños no suelen ser muy atractivos para el turista promedio. Pero cuando estás en Cataluña no puedes dejar de enamorarte del encanto especial que los pueblitos pequeños llegan a tener. Son muchos, y siempre hay más por descubrir.
Cuáles son los pueblos pequeños de Cataluña más bonitos
Estas joyas escondidas ofrecen a los visitantes una experiencia auténtica y pintoresca que no decepciona. Aunque vayas de visita, no dudes de que alguno de ellos puede tentarte y que consideres seriamente que es un pueblo para quedarse a vivir en Cataluña. Y es que por más que amemos el bullicio y la agitación de la ciudad, siempre hay algo en lo pacífico y sereno de la ruralidad que la hace idílica y muy satisfactoria. Te dejamos algunos de los pueblos pequeños de Cataluña más bonitos que van desde la costa hasta las montañas, y descubriremos sus historias, características únicas y la magia que los hace tan especiales.
Cadaqués (Girona)
Cadaqués, conocido como el refugio de Salvador Dalí, es un rincón mágico en la Costa Brava. Su belleza única ha inspirado a artistas y escritores a lo largo de los años. Con solo unos 2,700 habitantes, Cadaqués está lleno de casas blancas de estilo mediterráneo y calles adoquinadas que serpentean hacia el mar. La iglesia de Santa María, la casa de Dalí y las vistas panorámicas son solo algunos de los encantos de este lugar.
Banyoles (Girona)
Uno de los pueblos pequeños de Cataluña y bonitos más hermosos. Es famoso por su impresionante lago homónimo, uno de los lagos naturales más grandes de España. El casco antiguo cuenta con edificios históricos y una atmósfera relajada. Además del lago, Banyoles también es conocido por su conjunto monumental, que incluye la Iglesia de Santa María y el Monasterio de Sant Esteve.
Taull (Lleida)
La joya oculta de los Pirineos, es un pequeño pueblo con alrededor de 200 habitantes que ofrece una experiencia alpina única. Es famoso por su iglesia románica de Sant Climent, un ejemplo impresionante de la arquitectura de la Alta Edad Media. Además, Taull es un punto de partida ideal para explorar las montañas y los paisajes naturales de los Pirineos. Por supuesto es uno de los mejores pueblos con nieve para visitar en la época invernal y disfrutar del paisaje helado en todo su esplendor.
Siurana (Tarragona)
Apenas 39 habitantes, puede que sea el pueblo más pequeño de toda la región. Siurana es un pueblo encaramado en lo alto de un acantilado en la comarca del Priorat. Ofrece vistas panorámicas espectaculares y una rica historia que se refleja en sus calles adoquinadas y su iglesia románica. Además, es un paraíso para los amantes de la escalada debido a sus formaciones rocosas únicas.
Camprodón (Girona)
En un idílico valle rodeado de montañas, Camprodón, con alrededor de 2,000 habitantes, se abre paso alrededor de los restos de la hermosa arquitectura románica, su monasterio benedictino y su ambiente relajado. Además, el pueblo es punto de partida para explorar la belleza natural de la zona, incluyendo el Valle de Camprodón y el Parque Natural de las Cabeceras del Ter y Freser.
Tivissa (Tarragona)
Tivissa, con una población no mayor a los 1,200 habitantes, es otro de los pueblos pequeños de Cataluña más bonitos. Está ubicado en las orillas del río Ebro. Su casco antiguo medieval, sus callejones estrechos y su castillo son testimonio de su pasado histórico. Es, también, un punto de partida ideal para explorar el impresionante paisaje del Parque Natural dels Ports.
Miravet (Tarragona)
Uno de los pueblos pequeños de Cataluña y bonitos con un aire medieval indudable. Una fortaleza vertical donde viven alrededor de 800 personas. El centro de atención en Miravet es su impresionante castillo templario que se alza sobre el río Ebro. Este emplazamiento, junto con las estrechas calles del casco antiguo, transportan a los visitantes a épocas pasadas. Además, el río Ebro ofrece oportunidades para practicar piragüismo y disfrutar de la naturaleza.
Mura (Barcelona)
255 habitantes únicamente disfrutan del encanto medieval de Mura es un pueblo medieval que parece haber quedado suspendido en el tiempo. Sus calles empedradas y casas de piedra crean una atmósfera encantadora y genuinamente rural. La Iglesia de Santa María y el Castillo de Mura son dos de los lugares más destacados.
Roses (Girona)
Ubicado en la Costa Brava es un destino costero que combina playas espectaculares con un casco antiguo pintoresco. Fundado por los griegos en el siglo VIII a.C., Roses tiene una historia rica que se refleja en sus callejuelas empedradas y sus fortificaciones medievales. Es ideal para quienes aman las actividades náuticas, probar una buena oferta gastronómica y/o recorrer espacios imponentes como el del Parque Natural del Cap de Creus.
Aramunt Vell (Lleida)
Otro tesoro de montaña en los Pirineos catalanes. Sus calles estrechas y casas de piedra crean una sensación de autenticidad. Este pueblo es ideal para los amantes de la naturaleza y el senderismo, ya que ofrece senderos impresionantes. Además, si eres amante de la tranquilidad aquí serás feliz, pues tendrás que compartir espacio con apenas 200 habitantes.
Rupit i Pruït (Barcelona)
Es un dúo de pueblos que conserva su encanto medieval. Sus casas de piedra, puentes colgantes y vistas a la naturaleza cortan el aliento y saltan las lágrimas de quienes le visitan. El Parque Natural de Collsacabra que lo rodea es perfecto para actividades al aire libre. Rupit i Pruït, entre los dos llegan a 300 habitantes, así que sabrás lo que es el concepto de paz y tranquilidad. Por todo ello, es uno de los pueblos pequeños de Cataluña más bonitos de visitar.